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Se dice que el nombre de Perrunilla viene de hace siglos, en antiguas épocas de la trashumancia, cuando los pastores elaboraban una masa con harina de trigo sin refinar y agua que cocían al fuego. Con esta masa hacían tortas y las usaban para alimentar a los perros que acompañaban al ganado.
Las perrunillas tienen una forma parecida aquellas tortas, pero poco tienen que ver. Estos dulces llevan harina, huevos, azúcar y otros ingredientes como el anís o la ralladura de cítricos.
Si quieres ver más recetas de la gastronomía de Castilla y León, aquí te dejo Recetas de Castilla y León.
Las yemas de Burgos son un dulce tradicional de la gastronomía de Castilla y León. Se cree que las empezaron a elaborar debido a la abundancia de huevos que había en la zona durante la Edad Media. En la actualidad, se conoce que la primera vez que se llevó a cabo esta receta fue en 1916 en la Casa Lastra. El postre en su origen se llamaba yemas de canónigo, pero la extensión de la receta por toda España llevó a llamarlas “de Burgos” para diferenciarlas del resto.
Si quieres ver más recetas de la gastronomía de Castilla y León, aquí te dejo Recetas de Castilla y León.
Es aquella preparación obtenida de mezclar albume y azúcar. La versión suiza, la italiana y la francesa varían en su preparación.
El merengue no tiene un origen ciertamente conocido. Existen diversas versiones sobre el origen del merengue. Hay que diferenciar entre la aparición de la palabra “merengue” y la aparición de la preparación como resultado de montar claras con la adición de azúcar.
LAS DIFERENTES VERSIONES DE LA HISTORIA DEL MERENGUE.
Una de las versiones indica que fue un invento del pastelero italiano Gasparini que habitaba en Meiringen (Suiza) alrededor del año 1720.
Otra de las versiones indica que se trataba de un pastelero de la corte del rey Estanislao I Leszczynski quien realizó esta preparación para impresionar a la princesa María, futura esposa del rey Luis XV.
Sin embargo, la primera vez que aparece la palabra “merengue” escrita como tal fue en el 1692. En uno de los volúmenes de cocina del cocinero François Massialot titulado “Nouvelle instruction pour les confitures, les liqueurs et les fruits” se indicaba el nombre y la preparación.
Previamente en el 1653, una preparación definida como “biscuits de sucre en neige” (galletas de azúcar en nieve) podrían indicar el verdadero origen de la preparación del merengue. Esta preparación se encontraba en el texto culinario de Françoix de la Varenne “Pasticier françois” y aún no contaba con un nombre específico.
Ninguna de las versiones sobre el pastelero Gasparini o el pastelero polaco realmente coincide en fechas con la versión de María, la esposa del rey Luis XV. El rey nació en el 1710, bastante después de la primera publicación de la palabra merengue y de su preparación.
ORIGEN ETIMOLÓGICO DE LA PARALABRA MERENGUE.
El origen etimológico de la palabra viene explicado según Alain Rey en el “Oxford English Dictionary” como una palabra proviniente del sustantivo “meiringen”, pronunciado “méringuè” en lengua suizo-alemana. Este término proviene de la zona del valle del Aare, cercano al lago Brienz en la Suiza alemana.
Según mi pequeña investigación, las pistas me llevan a creer que posiblemente el inicio de la preparación estuviese en algún punto de Francia entre mediados y finales del siglo XVII. Probablemente se extendiese con los libros de los autores franceses y fuese el pastelero italiano Gasparini quien llamó “méringuè” a la preparación de claras montadas con azúcar mientras desenvolvía con gusto su profesión en aquel pequeño pueblo de Meiringen.
Más tarde, tanto la princesa María como la futura María Antonieta, ambas aparentemente golosas, promovieron esta confección desde Francia al resto de Europa.
Versiones
Dentro del merengue podremos diferenciar 4 tipos de merengue, aunque hablaremos de 3 fundamentales, que son el merengue francés, el merengue suizo y el merengue italiano. Los ingredientes básicos empleados son las claras de huevo y el azúcar.
El merengue Francés
Merengue francés
Para preparar el merengue francés tenemos que batir las claras a punto de nieve y cuando empiecen a hacer espuma, añadir el azúcar hasta obtener un merengue brillante.
Finalmente el merengue italiano, cuya principal diferencia es que se prepara con almíbar en vez de azúcar y es el más complicado de todos.
Para preparar el merengue italiano tenemos que montar las claras a punto de nieve y por otro lado, preparar un almíbar con agua, azúcar y un poco de glucosa para evitar que cristalice el azúcar.
El almíbar hay que calentarlo hasta que alcance 118ºC. Una vez alcance la temperatura, se añade poco a poco sobre las claras mientras se baten hasta obtener un merengue muy brillante.
El merengue suizo es un merengue que se prepara disolviendo el azúcar en las claras, a cierta temperatura, antes de batirlas para montarlas. Es un poco más consistente que el merengue básico o francés, pero no tan estable como el merengue italiano. Veamos entonces cómo hacer merengue suizo.
Los merengues no son más que espumas endulzadas de clara de huevo. La espuma se forma batiendo enérgicamente las claras y el azúcar actúa estabilizando esta espuma.
La proporción básica del merengue es una a dos veces el peso de azúcar respecto al peso de las claras, como explicábamos en el artículo sobre el merengue básico. En el caso del merengue suizo la proporción es la misma.
El merengue suizo es algo más estable que el merengue francés. Como ya hemos comentado, se diferencia de él en el método de elaboración. El azúcar se disuelve por completo en las claras antes de montarlas, por lo que no es necesario batir mucho hasta que no se note el granillo del azúcar en el merengue, como ocurre con el merengue francés. Además, existe una indicación clara de cuándo debemos parar de batir, que a continuación os contamos.
La receta de hoy es un clásico Alemán pero que se prepara en casi todo el mundo, su nombre es “Berliner Pfannkuchen” pero son conocidas generalmente como “Berlinesas”, aunque recibe infinidad de nombres. En Argentina además de Berlinesas las llamamos “Bolas de Fraile”, un nombre muy particular y que tiene toda una historia muy interesante detrás.
Lo más tradicional es cubrirlas con azúcar y pueden disfrutarse solas o rellenas, por ejemplo con crema pastelera, dulce de leche o hasta nutella!
Receta de icortonPlato: carnaval, semana santaCocina: Carnaval, semana santaDificultad: Fácil
Cook Mode
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Raciones
4
raciones
Tiempo de preparación
30
minutos
Tiempo de cocinado
40
minutos
Calorías
400
kcal
Ingredientes
250 ml de leche
500 gr de harina de fuerza
70 gr de azúcar
1 huevo
10 gr de sal
65 gr de mantequilla
25 gr de levadura fresca
Azúcar glas y canela
Paso
Comenzaremos disolviendo la levadura fresca en un poco de agua tibia.
En un recipiente añadimos la harina, el azúcar y una pizca de sal y añadimos la levadura disuelta, el huevo y la leche, amasamos y cuando empiecen a estar integrados los ingredientes.
añadimos la mantequilla atemperada en pequeños trozos.
Cuando ya tengamos la masa bien mezclada y homogénea la dejamos reposar unos 5’ minutos,
Hacemos nuestras bolitas, separando 15 trozos de masa y hacemos pequeños bolitas con ellas. Las dejamos reposar tapadas con un paño hasta que aumenten su volumen.
Cuando haya transcurrido el tiempo de reposo, calentamos una sartén con abundante aceite y freímos las berlinesas, más o menos 3 minutos de cada lado. pastelera para inyectar el relleno.
Cuando estén listas, las dejamos en una bandeja con papel de cocina para que absorba el aceite sobrante.
Cuando hayan enfriado las decoramos con azúcar glas y canela en polvo.
Hoy te traigo la Receta de las Torrijas receta tradicional. Cada Semana Santa, los bares, restaurantes y hogares españoles se llenan de un irresistible dulce que todos conocemos como torrija. Se trata de una rebanada de pan empapada en leche, rebozada con huevo y frita en aceite, que se endulza con azúcar y un toque de canela.
Si investigamos un poquito más en sus variedades, descubrimos que en nuestro país existen diversos tipos de torrijas según su precedencia: las torrijas castellanas, las cántabras, las vascas, las gallegas… Pero, con alguna pequeña variación, todas ellas son, en resumidas cuentas, lo mismo: un pequeño dulce hecho de pan con leche rebozado y frito al que se añaden distintos ingredientes y condimentos.
¿Sabéis cuál es la historia de las Torrijas receta tradicional?
Las torrijas son uno de los dulces más antiguos de los que hay constancia. La primera referencia conocida a un postre parecido al de la torrija está en la obra del romano Marco Gavio Apicio en el siglo IV-V. En su libro De re coquinaria, basado en recopilaciones de recetas dulces y caseras, aparecen dos fórmulas para aliter dulcia u “otro tipo de dulce”. El recetario menciona que la rebanada de pan debe de mojarse en leche hasta empaparse, pero no menciona el huevo ni el azúcar y no le da tampoco un nombre especial a la elaboración. Esta es una primera toma de contacto con lo que será la torrija que conocemos hoy en día.
La receta de este dulce fue introducida en Europa por los árabes, variando a lo largo del tiempo y dando mucha rienda suelta a la imaginación de su elaborador: con vino, con leche, con azúcar, con miel… La palabra “torrija” como tal, no apareció en los diccionarios hasta el año 1.591. Hasta entonces, como el ingrediente principal era el pan, se habían usado diversos nombres genéricos relacionados con él: torradas, rebanadas, sopas doradas…
En el siglo XV la torrija comienza a ligarse a los nacimientos de bebés. Este dulce empapado en leche, se creía muy útil para estimular la secreción de leche en las mujeres. Pan, leche, huevo y algo dulce, eran considerados alimentos energéticos aptos para las mujeres que acababan de dar a luz, por lo que se ofrecían tanto a la madre como a los invitados que acudían a visitar al recién nacido. A comienzos del siglo XX las torrijas conquistan las grandes ciudades españolas y fueron muy habituales en las tabernas, servidas junto a vasos de vino.
¿Por qué son típicas de Semana Santa?
Las Torrijas receta tradicional, son un alimento muy calórico y, por lo tanto, apropiado para los días de abstinencia. Durante estos días, las monjas de los conventos intentaban aprovechar el pan duro y hacer distintas elaboraciones para alimentar a los necesitados, y una de ellas podían ser las torrijas. Además, tenían también un significado místico: la Resurrección de Jesús. El pan se identificaba con el cuerpo de Cristo, la fritura en aceite con el sufrimiento, y la leche y miel con el resurgir y la esperanza. De aquí proviene el simbolismo de comer torrijas durante la Semana Santa, una tradición que se ha mantenido hasta nuestros días.
Ahora que ya sabes todo sobre la torrija, ¿no te apetece probar una? En Zaragoza hay establecimientos especializados en su elaboración. ¡Aquí te proponemos varios sitios para probar este dulce!
Receta de icortonPlato: Carnavales, Semana santaCocina: PostreDificultad: Fácil
Cook Mode
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Raciones
4
raciones
Tiempo de preparación
30
minutos
Tiempo de cocinado
40
minutos
Calorías
300
kcal
Ingredientes
300 gr de pan del día anterior.
1 Naranja y 1 limón (Solo Cáscara )
1 rama de canela
100 gr de azúcar
1 L de leche
2 huevos
Aceite Girasol, para freír
Para después de freír
100 gr canela en polvo
100 gr de azúcar
Paso
Ponemos por la mañana la leche en un cuenco con las pieles del limón y la naranja, añadiendo la rama de canela y el azúcar, tapamos el cuenco, y lo dejamos infusionar, en la nevera o fuera, es indiferente, hasta el momento de empezar la receta. (min 2 horas)
Colamos la leche para quitarle las pieles y la canela
Cortamos el pan en rebanadas para nuestras torrijas, o si lo compramos lo ponemos en el tamaño que queramos, sobre un grosor de 2 o 3cm.
Las colocamos sobre una bandeja grande (la del horno nos sirve)
Ponemos juntos la bandeja del pan con el cuenco de la leche y empezamos a empapar el pan en la leche, por los dos lados del pan Yo suelo hacerlo rápido para que no empape demasiado y luego se rompa el pan.
Ponemos el aceite en la freidora y lo ponemos a la máxima potencia.
Batimos los dos huevo en un cuenco o plato hondo
Mezclamos en un plato o bol el azúcar y la canela
Cuando el aceite esté muy caliente, pasamos la rebanada de pan mojado en leche, por el huevo que tenemos preparado en un cuenco y ponemos en la freidora, con cuidado que tardarán muy poco y le damos la vuelta
Sacamos de la freidora/sartén dejamos enfriar un poco y pasamos por la mezcla de azúcar/canela por las dos caras.