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Cantabria

Sorropotún de San Vicente de la Barquera

Sorropotún de San Vicente de la Barquera

El Sorropotún de San Vicente de la Barquera, conocido también como marmita de bonito, es el nombre que recibe un plato tradicionalmente marinero cuyo ingrediente principal es el bonito del norte.

El sabor de este pescado se potencia con el uso en el guiso de ingredientes tan básicos como la cebolla, al ser posible roja, y la patata. Mientras los marineros faenaban en alta mar, preparaban este guiso con la carne del bonito recién pescado y con los pocos ingredientes duraderos que tenían a mano.     

Es típico de la localidad cántabra de San Vicente de la Barquera, España, aunque se supone que su origen es vasco. Fueron los marineros vascos asentados en este litoral cántabro quienes, alrededor del siglo XIX, dieron a conocer sus propias marmitas y sopas típicas de su gastronomía como son la zurrukutuna con bacalao o el conocidísimo marmitako.

Los cántabros reunieron en el sorropotún, actualmente uno de sus guisos más conocidos, ingredientes como el bonito del norte y las patatas del marmitako, junto con el pan duro remojado de la zurrukutuna. Esa mezcla dio lugar a la receta que conocemos en la actualidad. Pero como muchas otras, existen variedades: unas utilizan tomate triturado, otras pimiento verde, etc.

Durante los días 8 y 9 de septiembre se celebran en San Vicente de la Barquera las fiestas de La Barquera y El Mozucu con el reparto de sorropotún a todas aquellas personas que asistan a la playa del Merón y quieran degustarlo. Aparte de estos días, y con las fiestas locales como excusa, en los puertos de mar de la zona suelen celebrarse concursos gastronómicos con la elaboración del mismo.

En la web, puedes encontrar Recetas de Cantabria o más Recetas de Guiso

Sorropotún de San Vicente de la Barquera

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Receta de icorton Plato: CantabriaCocina: GuisoDificultad: Media
Raciones

4

raciones
Tiempo de preparación

30

minutos
Tiempo de cocinado

2

horas 

30

minutos
Calorías

60

kcal

Ingredientes

  • 300 gr Bonito

  • 4 patatas medianas

  • 1 cebolla roja

  • 3 tomates

  • 1 pimiento verde italiano

  • 1/2 Pan del día anterior (mejor barra)

  • Aceite oliva

  • sal

  • Agua

Paso

  • Pelamos y picamos la cebolla en cuadrados pequeños (brunoise)
  • En una satén con un buen chorro de aceite pochamos la cebolla
  • En una sartén a parte ponemos aceite y rallamos los tomates (o Usamos de bote) los freímos a fugo lento, mientras seguimos
  • Mientras vamos cascando o ‘triscando’ las patatas en trozos pequeños
  • El pimiento lo lavamos y picamos como la cebolla, en brunoise.
  • En una olla ponemos las patatas y el pimiento con un dedo de agua por encima, cocemos a fuego lento 30 minutos.
  • Troceamos en cuadrados pequeños el bonito y salamos. Reservamos.
  • En el baso de la batidos ponemos, el tomate frito, la cebolla pochada, una patata y le añadimos un poco del caldo de la cocción de la patata y batimos todo.
  • Podemos pasarlo luego por el pasa purés, si queremos pero no es obligatorio
  • En el cazo donde están las patatas, añadimos toda la mezcla del tomate
  • Ponemos a cocer un par de minutos y añadimos el bonito
  • Cortamos el pan en rebanadas y lo echamos también, dejamos cocer 2 minutos
    Lo tendríamos listo para degustar ¡¡¡

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Cocido montañés Cántabro

Cocido montañés Cántabro

El Cocido montañés Cántabro es uno de los platos más emblemáticos de la cocina de Cantabria. Tanto en el interior de la comunidad como en la costa se elabora en prácticamente todos los restaurantes para deleite de los comensales. Se trata de un contundente guiso que se prepara con una gran cantidad de embutidos y cerdo, como chorizo, costillas, morcillas y tocino, además de judías secas, patatas, berzas, ajo, pimentón dulce aceita de oliva y sal.

Originalmente se conocía como olla podrida o potaje, y se cree que su origen se remonta al siglo XVII. En el año 1966, el que fuera por entonces Delegado de Información y Turismo, José Luis Herrero Tejedor, tuvo conocimiento de que en Cantabria no había un plato regional destacado. Fue entonces cuando el guiso fue renombrado como cocido montañés. La zona cántabra que destaca en su preparación es el Valle de Cabuérniga.

La diferencia del cocido montañés respecto a otros cocidos españoles, como el madrileño, el lebaniego o el maragato, es que no lleva garbanzos. Es un plato con gran cantidad de calorías, por lo que suele tomarse como plato único.

Hay quien prefiere comer primero la verdura y las carnes o embutidos después. De cualquiera de las maneras, el cocido montañés es realmente delicioso. Eso sí, después de degustarlo lo más apropiado es reposarlo, si es con una siesta, mejor que mejor.

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Cocido montañés Cántabro

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Receta de icorton Cocina: cantabriaDificultad: Fácil
Raciones

4

raciones
Tiempo de preparación

30

minutos
Tiempo de cocinado

40

minutos
Calorías

300

kcal

Ingredientes

  • 400 gr alubia blanca

  • 200 gr tocineta o panceta fresca

  • 100 gr chorizo fresco

  • 250 gr costilla fresca

  • 2 morcillas

  • 1 berza

  • 1 patata

  • 3 dientes de ajo

  • Pimentón dulce

  • Aceite oliva

  • Sal

Paso

  • El día anterior
  • Ponemos las alubias en agua fría
  • El mismo día
  • Pasamos las alubias por agua y las ponemos en una olla
  • Añadimos los chorizos, la panceta y la costilla..
  • Cubrimos con agua fría y ponemos a fuego medio
  • Cuando empiece a hervir añadimos 1/2 vaso de agua fría para cortar la cocción.
  • Repetiremos esta operación dos veces más
  • Dejamos cocer a fuego muy lento durante una hora y media aproximadamente
  • Mientras tanto, hacemos como una ajada, ponemos en una sartén el aceite los ajos enteros aplastados y cuando estén doraditos, apartamos del fuego y echamos el pimentón, removemos y reservamos para al final añadirlo a nuestro cocido.
  • Limpiamos bien la berza, hoja por hoja, y la enrollamos. Cortamos en tiras a lo largo (Juliana)
  • Pelamos y lavamos la patata y la cortamos en cuadraditos pequeños
  • Añadimos las morcillas, pinchándolas con un tenedor y dejamos 1/2 hora más
  • cuando la carne veamos que esta tierna, podemos servir junto o separado con la carne en una bandeja y el resto en otra.

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dorada a la sal

Dorada a la sal al horno

Hoy veremos una receta que aunque parece muy difícil, es de lo más sencillo, solo teniendo en cuenta que el pescado sea muy fresco, la Dorada a la sal al horno.

La dorada es un pescado blanco y semi graso que se encuentra en el océano Atlántico y en el Mediterráneo principalmente. Le encanta comer todo tipo de crustáceos y animales de concha. Ni la ostra se resiste a sus dientes durísimos, preparados para romper con total facilidad las corazas de los mariscos.

Se suele encontrar en bancos de aguas arenosas y poco profundas. Su carne es deliciosa un auténtico manjar. Una vez que esté en su punto, la piel sale con facilidad y es muy sencillo extraer sus lomos limpios sin espinas

Cocinar a la sal es una técnica culinaria muy antigua además de mediterránea sobre todo si de pescados de trata, al humedecer la sal y expuesta al calor esta se solidifica creando una costra o coraza que protege los alimentos que hay dentro del calor directo y a su vez hace la función de horno o cámara casí hermética, esta va repartiendo el calor de manera uniforme a los alimentos que están dentro de esta costra de sal cocinándolos con el vapor de sus propios jugos.

Plato de marineros

La Dorada a la sal al horno, se trata de uno de los tantos platos que han ideado las gentes que en la costa se dedican al trabajo en la mar.

En este caso los pescadores más sabios asaban el pescado, en el mismo barco en el que pasaban días enteros sin poner pie en tierra firme. Pero lo hacían con las doradas recién pescadas, y las enterraban materialmente en sal sobre una piedra lisa de mármol.

Bajo esta piedra se colocaba un pequeño fuego de algas, cañas y carbón.

Se unían en este procedimiento 2 elementos básicos para este plato: la simplicidad del procedimiento y la calidad y frescura del pescado. Estas premisas siguen siendo básicas para obtener un sabroso plato.

Dorada a la sal al horno

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Receta de icorton Plato: SaludableCocina: PescadoDificultad: Fácil
Raciones

2

raciones
Tiempo de preparación

10

minutos
Tiempo de cocinado

20

minutos
Calorías

225

kcal

Ingredientes

  • 1 Dorada por persona

  • 1/5 Kg sal gorda

  • 1/2 Kg sal fina

  • Romero

  • Tomillo

  • Zumo de 1 limón

Paso

  • Ponemos el horno a precalentar a 200º
  • Ponemos el zumo de limón templado en un bol (podemos darle un toque en el micro)
  • Añadimos la sal gorda con la fina y las especias y mezclamos todo muy bien, para que nos quede más compacta y así sea más fácil quitarla después
  • Hacemos en la bandeja del horno una “cama” de sal, apelmazándola, para que quede compacta
  • Ponemos la/s Doradas encima y tapamos con el resto de la sal.
  • Apretamos para que nos quede bien compacta
  • Metemos al horno, teniendo en cuenta le peso de la Dorada, contando 20 minutos por Kilo.
  • Una vez terminado, sacamos del horno y le quitamos la cama de sal, para que no siga haciéndose.

Para saber si el pescado ya está hecho, yo utilizo dos trucos:

  • Observar si los ojos están blancos y abultados. En este caso las doradas ya están hechas.
  • En caso de que no estemos seguros, otro indicio de que hay que retirar el pescado es que la sal de la superficie, comienza a tomar un color tostado y la cocina tiene un aroma muy característico a mar y pescado cocinado.

Te dejo otras opciones si lo que quieres es cocinas Recetas de pescado.

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almejas marinera cocina y aroma

Almejas a la marinera

Elaboración: 40 min Cocción: 10 min Listo en: 50 min

HISTORIA

Latín: Tapes decussatus
Almeja es el nombre con que comúnmente se conoce a varios moluscos bivalvos que viven enterrados en arenas o barros de las orillas de los ríos y mares. También denominadas “escupiñas” o “tellinas” en algunas regiones, se las puede llamar moluscos excavadores, pues todas ellas gustan de enterrarse bajo las arenas de los litorales marinos. Suelen medir entre 5 y 6 cm. de anchura con estrías concéntricas, aunque el mayor molusco del mundo es la almeja gigante con cuya concha puede superar los 300 kilos,… (o sea que una de esas al ajillo, bastaría para todo el barrio).

Variedades más destacables de almeja:

Almeja amarilla (Mesodesma mactroides): se distribuye sobre las costas del Océano Atlántico, desde Río de Janeiro, Brasil, hasta la desembocadura del Río Negro en la Argentina

Almejón de sangre (Callista chione, a veces clasificado como Cytherea chione o Meretrix chione): habita fondos arenosos o con pequeños guijarros, hasta 100 m de profundidad, desde las costas de las Islas Británicas hasta el Mediterráneo. También recibe los nombres de almejón, mariposa, almejón brillante, gavesia o concha fina

Almeja dura: vive desde el Golfo de San Lorenzo hasta el Golfo de México

Almeja gigante (Tridacna gigas): vive en los arrecifes coralinos del Océano Pacífico y el Océano Índico

Almeja japónica (Ruditapes philippinarum): originaria de las costas francesas e inglesas, es de crecimiento rápido, por lo cual es utilizada para el cultivo en España, Francia e Inglaterra

Almeja de agua dulce (Diplodon chilensis): encontrada comúnmente en los ríos del centro y sur de Chile y de Argentina

Almeja Chocolata (Megapitaria squalida): encontrada en el Golfo de California

Almeja de Islandia (Arctica islandica); que habita en la costa de Islandia, registra el record de longevidad entre los animales. A un ejemplar descubierto el 2007, denominado Ming, se le estimó una edad de entre 405 y 410 años

Almeja babosa (Tapes pullastra): cultivada especialmente en Galicia (España)

Almeja fina europea (Tapes decussatus): es encontrada en el Mediterráneo, el norte del Océano Atlántico y Mar del Norte

Almeja rubia (Tapes rhomboideus): procedente de las costas portuguesas, actualmente se cultiva en España.

Las almejas son uno de los moluscos más apreciados, y admiten numerosos tratamientos culinarios como en calderetas, arroces, caldos, paellas, gratinadas, fritas…; en empanada, escabeche, en una brocheta, excelentes a la marinera; incluso en crudo como las ostras, si estamos completamente seguros de su frescura, comprobando primero que sus valvas ovaladas están intactas y herméticamente cerradas (signo de que están vivas), también podríamos encontrar alguna medio abierta que dándoles un ligero golpe deben reaccionar cerrándose, si no lo hacen es que están muertas y deben tirarse, también deben reaccionar con unas gotas de limón encima de su carne, moviéndose.

Si no fuera así, no las comas, también hay que evitar comer las que con la cocción no se han abierto.

Son de dificultosa digestión y no son aptas para las personas con problemas de colesterol, hipertensión, o de ácido úrico en la sangre.

Como todo marisco puede provocar alergias, por ejemplo, si ingerimos un parásito llamado ?cangrejillo?, que suele provocar las llamadas ?mareas rojas? y que al cocerlas se tornan de color rojo, es necesario eliminarlas pues pueden ser tóxicas para el hombre.

La mayoría de ellas, a menos que sean de criadero, suelen llevar dentro granos de arena, muy desagradables de encontrar en la propia boca, esto puede evitarse si las tenemos un par de horas en agua fría, a ser posible que sea agua con gas, las colocaremos sobre una rejilla, pues dejaran así caer su arena y esta se depositará en el fondo del recipiente. Quizá esta última acción, nos haga perder un poco del sabor marino que suelen tener a través del agua de su interior que se puede escapar, pero mejor eso que encontrarse con arena entre los dientes.

En la familia de las almejas se pueden contar más de 500 variedades, desde las pequeñas chirlas, hasta los grandes ostiones. También existe la almeja gigante, esa que vemos en las penículas, donde acaba por pillarle una pierna al ?malo?, y al esta pesar unos 300 kilos, es difícil soltarse.

Contienen unas 90 calorías por 100 gramos de carne. Y además de ser ricas en vitaminas A, B12, C y D, contienen calcio, hierro, potasio, fósforo, magnesio y yodo.

Otras entradas del Diccionario relacionadas con este tema:
Ostiones, Chirlas, Colesterol, Ácido Úrico, las Vitaminas, Sales Minerales y otros elementos citados, por separado según necesidad, o curiosidad.

almejas marinera cocina y aroma

INGREDIENTES ALMEJAS A LA MARINERA

  • 1 kg almeja
  • 4 tomates
  • 1 cebolla
  • 2 dientes de ajo
  • 1 cda harina (maicena si eres intolerante al gluten)
  • 1/2 cdta pimentón dulce
  • 1/2 cdta pimentón picante
  • ½ vaso vino blanco
  • 1 hoja laurel
  • perejil picado
  • aceite de oliva

ELABORACIÓN ALMEJAS MARINERA

El dia anterior al que vayamos a preparar las almejas a la marinera, ponemos las almejas en una cazuela con agua y sal, para que suelten la arenilla que puedan traer

Ponemos a dorar en aceite de oliva la cebolla y el ajo muy picados.

Antes de que se doren añadimos una cucharada de harina y la rehogamos 1 minuto.

Incorporamos los tomates pelados y triturados (tambien podemos sustituirlo por tomate de bote).

Dejamos cocer tapado unos 5 minutos.

Añadimos el pimentón, removemos hasta que este bien mezclado y agregamos el vino.

Dejamos cocer todo durante 7-8 minutos destapado, para que espese, con la evaporación. ya despues las almejas soltarán agua.

Antes de meter las almejas, yo le paso la batidora a la salsa para que quede liquida, dentro de la misma cazuela donde estamos preparando las almejas a la marinera.

Incorporar las almejas y tapar la olla para facilitar que se abran. a fuego m edio.

Una vez abiertas, destapar la cazuela y dejar cocer unos minutos para que espese un poco la salsa.

Para terminar añadimos un poco de perejil picado.

Si quieres más recetas para navidad puedes verlas Aquí.

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Quesada pasiega tradicional

Elaboración: 40 min
Cocción: 10 min
Listo en: 50 min

Dentro de la sección de tartas de queso, que es una de las cosas que a mí me pierden, tenemos no solo frías, sino también hechas en horno, esta es un ejemplo, se dice que lo único que no lleva es queso, y que la leche hay que cuajarla, esta receta que os dejo hoy, es la que yo hago, y sale riquiiisima.

Como en muchos postres autóctonos, el origen de la quesada nos encontramos que es un tanto incierto, si sabemos que en “El Libro de Buen Amor”, del Arcipreste de Hita, en el S.XIV y también en el libro de cocina de Ruperto de Nola, en 1529, se habla del queso asadero, por ser un queso que mejora mucho asándole, así como de una receta que se asimila mucho a la de la quesada.

También podemos encontrar, que aparece en algunos textos dedicados a la gastronomía como “dulce tradicional de Cantabria”.

La receta original de la quesada se preparaba horneando una pasta compacta hecha con queso pasiego fresco, mantequilla, huevos, miel, harina, cáscara de limón y canela.
También diremos que la denominación, quesada, no es exclusiva de los Montes del Pas.

Es posible encontrarla en Canarias, concretamente en El Hierro, debido a que los canarios se hicieron con la producción de quesos, sobre todo los ahumados, con que repostaban los navegantes, tras el descubrimiento de América para proseguir las largas travesías oceánicas. Asimismo, encontramos un dulce semejante, las quesadillas, en países se América Latina cuya base es igualmente el queso blando y fresco y la harina es de arroz. Por otro lado, en el Sur de Francia, el Languedoc, existe un producto análogo. Se trata de la caseata, hecha con cuajada y harina de trigo.

 

Ingredientes

  • 500 ml de leche entera
  • 2 huevos
  • 1 yogur natural
  • 100g de mantequilla (fundida)
  • 150g de harina
  • 225g de azúcar
  • ralladura de limón
  • canela en polvo
  • una pizca de sal

Preparación

1

Mezclamos el azúcar con los huevos y clareamos, añadimos el yo gurt y la mantequilla fundida, y mezclamos muy bien, que esten todos los ingredientes bien mezclados.

2

Agregamos la leche y seguimos batiendo, añadimos la harina tamizada en varias veces, para facilitar que se nos mezcle bien y echamos la ralladura de limón, la canela y la sal, mezclamos bien hasta que esten todos los ingredientes bien integrados y no haya grumos.

3

En un molde rectangular, pondremos el fondo y los bordes embadurnado con mantequilla, y repartiremos, y verteremos la mezcla en el molde.

Podemos usar un molde grande o varios individuales, lo que más nos guste, la presentación clásica es en rectángulos pequeños, pero yo cada uno puede darle su toque personal.

4

Hornea a 200ºC durante 30 -40 minutos, controlamos cuando metiendo un palito, nos sale limpio.

5

Dejamos templar, antes de desmoldar.

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