Tarta de queso al horno
Dentro de la sección de tartas de queso, no podía faltar, una de las que en Galicia es super famosa, en casi todos los restaurantes la podremos encontrar.
Dentro de la sección de tartas de queso, no podía faltar, una de las que en Galicia es super famosa, en casi todos los restaurantes la podremos encontrar.
Existen varias recetas de Los mejillones en salsa picante o rellenos, en algunos sitios los llaman mejillones tigre, aunque esos los veremos en otra receta, salvo en el País Vasco (donde los tigre se hacen con tomate? tienen su origen en el norte de España, sobre todo en Galicia, donde hay una antigua tradición de cultivo de mejillones. Su nombre se debe al origen picante de la receta. Incluso se les llama ‘tigres rabiosos’ a los mejillones que llevan más picante.
Los mejillones como he dicho es un plato que en Galicia es muy común usarlos en la cocina, desde solos con unas gotitas de limón, en bechamel, tigres, en escabeche… o como en la receta de hoy, mejillones en salsa picante
Viendo la historia fueron los romanos los que generalizaron su consumo, primero recogiéndolos en su su hábitat natural posteriormente en criaderos artificiales.
Más tarde, durante el reinado de Felipe II en España, su cocinero, el gallego Martínez Motiño, los introduciría en los menús de la Corte, traídos hasta Castilla en barriles desde el puerto portugués de Aveiro.
Ya en el siglo XVIII se ha documentado que la carne de los mejillones era utilizada como cebo para capturar piezas más cotizadas como los bacalaos.
A mediados del siglo XIX se iniciaron en España, concretamente en Galicia, las primeras experiencias de cultivo de mejillones. Pero sería a primeros del XX cuando se generalizaría la forma de cultivo que se conoce en la actualidad.
La mitilicultura o cría del mejillón se realiza de dos formas en bateas y en llanos:
Las bateas consisten en colocar plataformas de madera sobre el mar y descolgar de ellas cuerdas con la simiente del mejillón para que termine de formarse. En cada batea se ubican alrededor de 400 a 500 cuerdas que producirán una media de 45/50 Tm./años este sistema se utiliza tanto en Galicia como en el Mediterráneo.
La cría en llano o de fondo se realiza en el Mar del Norte.
Antes de comercializar los mejillones es necesario transportarlos a una depuradora, donde se eliminan sus impurezas y se analiza su salubridad, preparándolos para el consumo humano.
La Unión Europea es el primer productor de mejillones a nivel mundial. Así que no tenemos excusa para poder consumirlos, además los podemos disfrutar a un precio moderado.
Puedes ver más recetas de moluscos o pescado en Recetas de Pescado o Marisco
Hoy veremos una receta que aunque parece muy difícil, es de lo más sencillo, solo teniendo en cuenta que el pescado sea muy fresco, la Dorada a la sal al horno.
La dorada es un pescado blanco y semi graso que se encuentra en el océano Atlántico y en el Mediterráneo principalmente. Le encanta comer todo tipo de crustáceos y animales de concha. Ni la ostra se resiste a sus dientes durísimos, preparados para romper con total facilidad las corazas de los mariscos.
Se suele encontrar en bancos de aguas arenosas y poco profundas. Su carne es deliciosa un auténtico manjar. Una vez que esté en su punto, la piel sale con facilidad y es muy sencillo extraer sus lomos limpios sin espinas
Cocinar a la sal es una técnica culinaria muy antigua además de mediterránea sobre todo si de pescados de trata, al humedecer la sal y expuesta al calor esta se solidifica creando una costra o coraza que protege los alimentos que hay dentro del calor directo y a su vez hace la función de horno o cámara casí hermética, esta va repartiendo el calor de manera uniforme a los alimentos que están dentro de esta costra de sal cocinándolos con el vapor de sus propios jugos.
La Dorada a la sal al horno, se trata de uno de los tantos platos que han ideado las gentes que en la costa se dedican al trabajo en la mar.
En este caso los pescadores más sabios asaban el pescado, en el mismo barco en el que pasaban días enteros sin poner pie en tierra firme. Pero lo hacían con las doradas recién pescadas, y las enterraban materialmente en sal sobre una piedra lisa de mármol.
Bajo esta piedra se colocaba un pequeño fuego de algas, cañas y carbón.
Se unían en este procedimiento 2 elementos básicos para este plato: la simplicidad del procedimiento y la calidad y frescura del pescado. Estas premisas siguen siendo básicas para obtener un sabroso plato.
Para saber si el pescado ya está hecho, yo utilizo dos trucos:
Te dejo otras opciones si lo que quieres es cocinas Recetas de pescado.
Que mejor forma de aprovechamiento de la comida que nos queda que preparar unas deliciosas croquetas de cocido, en este caso, preparamos un cocido en época de carnavales y como siempre, preparo de más, así me quedan restos para poder hacer, sopa, croquetas. Es lo bueno que tiene el aprovechamiento, que conseguimos platos nuevos con mucho sabor y sin tener que tirar nada a la basura.
Cogemos los garbanzos y les añadimos un poco de caldo, pasamos por la batidora y reservamos.
En una cazuela o sartén con fondo muy hondo, ponemos un chorrillo de aceite con la cebolla muy picada a rehogar.
cuando ya este transparente añadimos la mantequilla y mezclamos hasta que este derretida por completo.
Tamizamos la harina para evitar grumos auque si nos pasa, no nos preocupamos que tenemos la batidora y arreglamos.
Ponemos el fuego bajo y removemos seguido hasta que se tueste la harina, sin que se queme.
Ahora le añadimos la nuez moscada y la pimienta
Mezclamos el caldo con la leche y vamos añadiendo poco a poco y en varias tandas, sin dejar de remover, ayudándonos de unas varillas.
Si vemos que hay grumos, como dije antes, batidora y seguimos.
Ahora es el momento de agregar la carne y restos que tenemos para añadir.
Seguimos removiendo en torno a 20 min, veremos que la masa coge consistencia, añadimos el puré de garbanzo que hicimos al principio y ya tendríamos la masa lista.
colocamos la masa en un tupper o bandeja larga, para que enfríe más rápido y tapamos con film transparente a piel, que el film toque con la superficie de la masa.
Cuando la masa ya esté fría, es la hora de dar forma a nuestras croquetas de cocido, ayudándonos de dos cucharas o con la mano, formamos las croquetas. La ovalada y alargada más tradicional o redondas.
Antes de rebozar las croquetas, colocamos las croquetas formadas en una fuente y refrigeramos durante un mínimo de 30-40 minutos, sin tapar, queremos que el frío de la nevera endurezca la superficie de las croquetas formando una película, de ese modo será más fácil rebozarlas.
Pasamos las croquetas por harina, sacudimos el exceso, después por huevo bien batido y por último por pan rallado, presionamos ligeramente con ambas manos para que el pan rallado quede bien fijo.
Ahora tenemos dos opciones, o las dejamos a temperatura ambiente durante, por lo menos media hora antes de freírlas.
O las metemos en la nevera y pasada 1 hora ya las podemos meter en el congelador.
Momento de freírlas
Primeo que aceite elegir, mejor el de oliva, aunque con el de girasol se obtienen buenos resultados, en cuanto a la cantidad, en el recipiente que usemos para freírlas, tiene que tener la cantidad de aceite suficiente para que cubra la croqueta entera
Para freírlas, el aceite tiene que estas muy caliente, pero que no llegue a humear.
Como el interior ya esta cocido solo necesitamos que se fría el exterior, por eso tiene que estas sumergida entera.
vamos dándole vueltas con un tenedor o cuchara y en segundos ya la podremos sacar.
Es recomendable freírlas en pequeñas tandas para que el aceite no pierda demasiada temperatura.
Aquí os dejo la receta del Cocido de donde saco el caldo y la carne.
Vamos a ver un poco de historia de este cocido gallego tradicional, que es un elixir.
En las aldeas gallegas, su indudable cuna, era caldo de pobres que suma tres o cuatro siglos, a base de grelo, nabiza (grelo tierno), berza (la llamada verdura gallega) o repollo. A este caldo casi vegetariano con patatas, se agregan unto (velo de grasa que recubre intestino del cerdo) y habas.
Más tarde con el paso del tiempo y la mejora económica en las aldeas, se incorporaron cortes de cerdo o chorizo, lo que confirmó Manuel María Puga y Parga Picadillo en La cocina práctica (1905), en cuya receta añadía hueso de jamón y costilla salada.
Emilia Pardo Bazán contempla varias versiones (una con calabaza) en La cocina española antigua (1913). Lo habitual es cocer habas, unto, huesos y carnes; una vez hecho, se echan las patatas y, cuando rompen a hervir, la verdura; el unto se retira al final.
Por cierto, pote no es caldo, como advirtió Caius Apicius: «En Galicia, no come nadie pote gallego; sí cocido gallego [hecho a veces en un pote colgado sobre lumbre] y caldo gallego». Además de reconfortar en días de invierno, se considera digestivo por su contenido de vegetales, si no tiene exceso de grasa.
Así, mientras las verduras y legumbres aportan nutrientes y proteínas y son ricas en magnesio, hierro, fósforo, silicio y azufre; las carnes de cerdo aumentan la carga calórica
Para hacernos una idea, os dejo aquí una breve “Cronología del cocido” que podemos encontrar en el blog “Enciclopedia de Gastronomía”, de Pepe Iglesias, y que nos sirve para entender la historia que hay detrás de este plato.
“Podría afirmar que el cocido tiene un origen prehistórico. Una vez que el hombre logró dominar el fuego y fabricar vasijas de cerámica o metal, lo primero que hizo fue llenar de agua esa olla y ponerla al fuego con el fin de ablandar y hacer comestibles algunos trozos de carne, bellotas, raíces e incluso hojas. Ese fue el primer cocido, aunque desde luego no llevaría garbanzos”.
“Enciclopedia de Gastronomía”
Os dejo para que disfrutéis en estas fechas de entroido/carnaval de recetas de postres y comida para estas fechas de carnavales .